No es la Fed, es la liquidez: el dato que los pros sí miran
En las últimas semanas muchos inversores han sentido que el mercado les ha pasado por encima. Bitcoin corrigiendo con fuerza, las acciones de crecimiento en rojo, rotación rara hacia sectores defensivos y, al mismo tiempo, un ruido constante sobre recesión, inflación y decisiones de la Reserva Federal.
Pero si miramos un poco más abajo de los titulares, la historia es otra. El verdadero epicentro del temblor no estuvo en el gráfico de BTC ni en el Nasdaq. Estuvo en un rincón gris de la plomería del sistema: el mercado de repos en dólares, la cuenta del Tesoro en la Fed (la famosa TGA) y un cierre de gobierno que llegó en el peor momento posible.
En este artículo vamos a unir esas piezas. Veremos cómo se generó el estrés de liquidez que obligó a desapalancar posiciones, qué tenemos que vigilar esta semana y la próxima para detectar si la marea de dólares está girando y, sobre todo, cómo prepararnos para una posible ola de liquidez que puede durar meses, mucho más allá de un simple recorte de tipos de la Fed.
¿Cómo se secó la liquidez?
La versión simple de la historia suena así: mientras todo el mundo miraba si la Fed recorta tipos en diciembre, tres fuerzas estaban drenando liquidez en paralelo:
- El QT (quantitative tightening) reduciendo poco a poco las reservas del sistema.
- El Tesoro rellenando la TGA, su “cuenta corriente” en la Reserva Federal.
- Un cierre de gobierno que añadió incertidumbre, retrasó pagos y concentró aún más la presión sobre el mercado de financiación a corto plazo.
Vamos por partes.
QT: la Fed afloja el grifo muy despacio… hasta que duele
Desde hace meses la Reserva Federal viene reduciendo el tamaño de su balance. Eso significa que deja vencer bonos sin reinvertirlos y, poco a poco, extrae reservas del sistema bancario. Mientras las reservas son muy abundantes, nadie se preocupa: hay dólares de sobra para financiar posiciones, hacer carry trade, basis trade, estructurar productos y apalancar carteras.
El problema llega cuando ese “colchón” de reservas baja de cierto nivel. No hace falta que desaparezcan, basta con que dejen de sobrar. De repente, cada dólar de liquidez importa más. Y el termómetro donde se ve ese cambio no es el S&P 500, es el mercado repo: el coste al que bancos, dealers y hedge funds se prestan dólares a muy corto plazo contra bonos del Tesoro como colateral.
TGA: la cuenta del Tío Sam sacando dólares del sistema
La segunda pata es la TGA (Treasury General Account), la cuenta que tiene el Tesoro en la Fed. Cada vez que el Tesoro emite deuda o cobra impuestos, entra dinero en la TGA. Cada vez que paga nóminas, pensiones, contratos o subvenciones, la TGA baja. Ese detalle contable tiene una consecuencia brutal:
- Cuando la TGA sube, está absorbiendo liquidez del sistema bancario.
- Cuando la TGA baja, está devolviendo liquidez al sistema.
En los últimos meses, después de resolver el techo de deuda, el Tesoro se ha dedicado a reconstruir agresivamente la TGA. Es decir, ha emitido mucha deuda y ha aparcado buena parte de ese efectivo en su cuenta de la Fed. Cada dólar que entra en la TGA es un dólar que sale de algún banco o fondo y deja de circular como reserva.
Traducido: QT por un lado, TGA subiendo por otro. El sistema ve cómo su colchón de liquidez se hace cada vez más fino.
Cierre de gobierno: el peor momento para congelar pagos
Justo cuando la liquidez era más delicada, llegó la tercera pieza: el cierre de gobierno y las peleas políticas en Washington. Más allá del teatro político, el efecto económico fue claro:
- Se retrasaron y concentraron pagos federales.
- Se generó incertidumbre sobre el calendario de emisiones y de gasto.
- Muchas agencias y contratistas se vieron en modo “espera y verás”.
En un entorno donde Tesoro y Fed ya estaban drenando reservas, este mini “apagón fiscal” actuó como un extra de presión: menos gasto real en la economía, más dinero aparcado en la TGA, más miedo en los proveedores de liquidez.
El síntoma visible: estrés en el mercado repo
Cuando juntas QT + TGA al alza + cierre de gobierno, el resultado era casi inevitable: el mercado repo empezó a crujir.
El tipo SOFR, que es la tasa de referencia del repo garantizado con Treasuries, se fue moviendo hacia la parte alta del corredor de tipos de la Fed. Los bancos dejaron de estar cómodos y empezaron a pagar una prima clara por conseguir dólares overnight. Al mismo tiempo, la Standing Repo Facility (SRF), que es la ventanilla de emergencia donde los bancos pueden pedir cash directamente a la Fed contra colateral, empezó a usarse en volúmenes cada vez más altos.
En castellano: los grandes jugadores del sistema estaban diciendo “los dólares empiezan a escasear, y prefiero adelantarme reduciendo riesgo y apalancamiento”.
¿Dónde se ve eso en tu pantalla? No en el gráfico de SOFR, sino en la reacción en cadena:
- Venta de ETF grandes y muy líquidos.
- Salida de dinero de growth y tecnología hacia sectores defensivos.
- Crypto perdiendo tracción justo después de que se agudizara el estrés en repo.
Primero se mueven las tuberías, luego se mueven los precios.
¿Qué tenemos que vigilar esta semana y la próxima? para saber si la marea está girando
La buena noticia es que el pico de estrés parece haber quedado atrás. El uso de la SRF ha dejado de marcar récord tras récord. SOFR sigue tenso, pero ya no está gritando “pánico”. Y, lo más importante, el contexto está cambiando: el QT se frena y el Tesoro se prepara para gastar.
Si queremos detectar un suelo técnico en los activos de riesgo, estas dos semanas son clave. Y hay tres cosas que merece la pena vigilar.
El gasto de la TGA: un “pseudo recorte” de tipos
La primera es la más potente: el gasto del Tesoro.
Si, como parece razonable, el Tesoro empieza ahora a descargar parte de la montaña de efectivo acumulada en la TGA, podríamos ver unos 100.000 millones de dólares de gasto neto en 2–3 semanas. Eso significa que la TGA bajaría y las reservas bancarias subirían en una magnitud similar.
¿Es lo mismo que un recorte de tipos? No exactamente. La Fed puede dejar los Fed Funds en el mismo nivel y, sin embargo, el sistema bancario sentir un alivio enorme simplemente porque hay más reservas moviéndose por las tuberías. Para muchos modelos de riesgo, para muchos hedge funds y para muchos desks de trading, ese shock de liquidez actúa, en la práctica, como si la Fed hubiera hecho un recorte pequeño.
Por eso, en este punto del ciclo, la dirección de la liquidez (TGA bajando, reservas subiendo) puede ser más importante para marcar un suelo técnico que el titular de “la Fed recortó 25 puntos básicos en diciembre o enero”. Los activos de riesgo no solo reaccionan al precio del dinero; reaccionan a la cantidad de dinero disponible para financiar posiciones.
Reservas bancarias y estrés en el repo: del rojo al amarillo… y al verde
La segunda cosa que queremos vigilar es el comportamiento del mercado repo.
No necesitas ver cada decimal de SOFR, pero sí entender el marco. Piensa en esto como un semáforo:
- Rojo: SOFR pegado al techo del corredor de la Fed y uso muy alto de la SRF. Los bancos están tocando la ventanilla de emergencia y el sistema intenta desapalancarse.
- Amarillo: SOFR empieza a separarse del techo, pero sigue incómodo. La SRF se usa, pero ya no bate récords. El sistema deja de entrar en pánico, pero todavía no se siente abundancia.
- Verde: SOFR se mueve cómodo dentro del corredor, ligeramente por debajo de la tasa que paga la Fed por las reservas bancarias. La SRF se usa poco. Los bancos vuelven a prestar con más ganas.
En las últimas semanas hemos pasado de un rojo intenso a un amarillo todavía tenso, pero más llevadero. Lo que queremos ver ahora, en esta y la próxima semana, es que ese amarillo se vaya volviendo cada vez más verde:
- Que los tipos de repo dejen de empujar la parte alta del rango.
- Que el uso de la SRF se normalice.
- Que en los datos semanales se vea un giro en las reservas bancarias, pasando de caída a estabilidad o ligera subida.
No hace falta que el sistema vuelva al exceso de liquidez de 2021. Basta con que deje de empeorar. El mercado descuenta cambios en la pendiente: cuando la escasez de liquidez deja de aumentar, suele ser suficiente para que los activos de riesgo dejen de hacer nuevos mínimos.
El timing del suelo técnico: semanas, no meses
Si el gasto de la TGA realmente despega y el estrés repo se relaja, el suelo técnico en activos de riesgo no tiene por qué ser un evento puntual de un día. Lo normal es que sea un proceso de semanas:
- Primero se frena la venta forzada: ya no hay nuevos mínimos con volumen de pánico.
- Después, los rebotes dejan de ser “dead cat” y empiezan a sostenerse.
- Más tarde, el mercado entra en modo “recompra selectiva” y las historias de calidad vuelven a brillar.
Con el pico de estrés que vimos a finales de octubre y principios de noviembre, y asumiendo que el Tesoro empieza a gastar de verdad ahora, es razonable pensar en una ventana de giro táctico entre finales de noviembre y buena parte de diciembre. No es una predicción mágica, es un rango de tiempo en el que las condiciones de liquidez deberían dejar de empeorar y empezar a mejorar.
Que el mercado marque exactamente el mínimo en esa ventana o haga un doble suelo más adelante es imposible de saber. Pero para un inversor que piensa en meses y años, lo importante es entender que el viento de liquidez puede estar a punto de cambiar de dirección.
¿Cómo prepararse para una ola de liquidez que puede durar meses?
Una cosa es detectar que el estrés en el sistema se está relajando. Otra muy distinta es saber cómo posicionarse para aprovechar una ola de liquidez que puede estirarse más allá de unas pocas semanas.
Aquí es donde entran en juego el apalancamiento, los carry trades, los basis trades… y la selección de acciones de calidad.
¿Quién desapalanca primero? y ¿quién se vuelve a apalancar después?
En un episodio de estrés como el que vivimos, los primeros en sufrir son quienes viven del apalancamiento:
- Hedge funds macro y de relative value que usan repo para hacer basis trade en bonos del Tesoro.
- Estrategias de carry trade que piden prestado en dólares para comprar activos de mayor rentabilidad.
- Vehículos que combinan renta fija y variable con apalancamiento implícito.
Cuando el mercado repo se tensa, sube el coste de financiación, aumentan los “haircuts” (el colateral que te piden) y los prime brokers endurecen condiciones. Aunque el activo que tengas sea de calidad, la cuenta no cuadra: el carry deja de compensar el coste y el riesgo. La única salida es reducir tamaño.
Eso se traduce en ventas en lo más líquido y lo más fácil de deshacer:
- ETF grandes de renta variable y renta fija.
- Megacaps que llevaban grandes ganancias acumuladas.
- Criptomonedas grandes, donde el apalancamiento en derivados multiplica el efecto.
Más tarde, cuando la liquidez vuelve, el proceso se da a la inversa:
- Se frena el desapalancamiento forzado.
- Las curvas de volatilidad se normalizan.
- Vuelven a abrirse las ventanas para carry trades y basis trades porque el coste de financiación real baja y los spreads vuelven a ser atractivos.
Este re-apalancamiento suele tardar algo más: no hablamos de días, sino de 4–8 semanas desde que el estrés repo deja de escalar. Si el suelo técnico se cocina entre finales de noviembre y diciembre, el apalancamiento agresivo podría empezar a notarse con fuerza a medida que nos acerquemos a 2026.
La ola de liquidez de 2026: más que TGA y QT
El gasto de la TGA y el frenazo del QT pueden ser el arranque de la próxima ola de liquidez. Pero no necesariamente el final de la historia.
Si miramos un poco más adelante, 2026 tiene varios ingredientes que pueden reforzar ese viento de cola:
- Fin o pausa prolongada del QT: si la Fed confirma que las reservas ya están en la zona “mínima segura”, será muy difícil políticamente retomar un drenaje agresivo en pleno año electoral.
- Impulso fiscal: es muy probable que veamos cheques de reembolso de impuestos y transferencias directas a hogares concentradas en la primera parte del año, por ejemplo en torno al Q1 2026. Para los mercados, eso es gasolina extra: más efectivo entrando en la economía justo cuando el sistema financiero ya se ha reequilibrado.
- Calendario político: los años electorales en EE. UU. suelen venir acompañados de un tono fiscal más expansivo y una Fed extremadamente cuidadosa con provocar un accidente de mercado justo antes de las elecciones.
Ninguno de estos factores está garantizado. Pero si la liquidez deja de empeorar ahora y empezamos a sumar eventos que la refuerzan en 2026, la probabilidad de que estemos ante el inicio de una fase de liquidez positiva de varios trimestres es real.
¿Qué tipo de acciones buscar en un suelo técnico de liquidez?
Saber que se aproxima una ola de liquidez no significa que todo suba por igual. Si algo nos han enseñado los últimos años es que el mercado premia de forma brutal a las empresas que combinan tres cosas:
- Balance limpio (sin deuda o con deuda irrelevante frente a la caja).
- Crecimiento fuerte de ventas (por encima del 30% YoY).
- Calidad financiera (por ejemplo, un Piotroski Score igual o superior a 6 sobre 9).
En un entorno donde ha habido estrés de liquidez, este tipo de compañías tienen dos ventajas enormes:
- Sobreviven mejor a los periodos de pánico, porque no dependen del mercado de crédito para seguir creciendo.
- Capturan de forma desproporcionada la ola de liquidez posterior, porque los flujos se concentran en historias donde puedes combinar crecimiento estructural con cierta visibilidad de beneficios.
Dentro de las grandes narrativas de mercado —IA, energía y transición digital, robots y automatización— hay dos nombres que encajan muy bien con este filtro y que merece la pena tener en el radar como ejemplos, no como recomendaciones ciegas.
Credo Technology (CRDO): picos y palas para la autopista de la IA
Credo Technology diseña soluciones de conectividad de alta velocidad para centros de datos, justo donde se está construyendo la “autopista” de la inteligencia artificial. Sus chips y soluciones de señal permiten mover cantidades masivas de datos entre aceleradoras, CPUs y almacenamiento con menos consumo eléctrico y menos errores.
Desde el punto de vista financiero, CRDO destaca por:
- Una estructura de capital muy ligera, con caja neta y prácticamente sin deuda relevante.
- Crecimientos de ventas YoY que han superado con creces el 30% en varios trimestres, impulsados por la demanda de infraestructuras de IA.
- Un perfil de calidad que se refleja en métricas de rentabilidad, márgenes y solidez del balance consistentes con un Piotroski Score igual o superior a 6, según varias bases de datos fundamentales.
En un suelo técnico de liquidez, compañías como CRDO suelen pasar de “olvidadas” a “queridas” en cuestión de meses, porque encajan en la narrativa de largo plazo (IA) y en el filtro de calidad que usan muchos fondos cuando vuelven a subir su exposición a tecnología.
Astera Labs (ALAB): conectando memoria, computación e IA
Astera Labs es otro ejemplo de “picos y palas” para la revolución de la IA. Sus soluciones ayudan a conectar CPU, GPU y memoria de alta velocidad en plataformas de computación acelerada. Dicho de otra forma: son parte del tejido invisible que permite que los grandes modelos de IA funcionen y escalen.
Su atractivo viene de tres frentes:
- Un balance sin deuda neta, con caja holgada después de su salida a bolsa y un perfil de riesgo financiero muy bajo.
- Un crecimiento de ingresos muy elevado, por encima del 30% en sus primeras guías como empresa cotizada, con un mercado direccionado a cientos de miles de millones de dólares en capex de centros de datos.
- Indicadores de calidad que, aunque todavía están construyendo histórico (es una compañía joven), muestran la dirección correcta en márgenes, eficiencia y retorno sobre activos, apuntando a un Piotroski Score en la zona media-alta.
Astera representa el tipo de empresa donde la liquidez del sistema actúa como acelerador: cuando hay estrés, su múltiplo se comprime con facilidad. Cuando la liquidez vuelve y el apetito por riesgo se normaliza, historias como esta pasan a cotizar recogiendo no solo el crecimiento actual, sino varios años de expectativas.
Patrones técnicos a buscar en ese entorno
Además del filtro fundamental, el contexto de suelo técnico de liquidez es ideal para buscar ciertos patrones de reversión en los gráficos de estas empresas y de otros nombres de alta calidad
El punto clave es coordinar estos patrones con el mapa macro que hemos construido:
- No se trata de comprar cualquier ruptura, sino de priorizar aquellas que ocurren cuando la TGA ya está gastando, el repo deja de estar en pánico y las reservas dejan de caer.
- Tampoco se trata de perseguir velas verdes en nombres zombis, sino de concentrarse en empresas con balance limpio, crecimiento alto y calidad demostrada.
La ventaja de entender la plomería del sistema
La mayoría de los titulares de mercado todavía hablan de si la Fed recortará 25 puntos básicos en diciembre, en enero o en marzo. Mientras tanto, la verdadera acción se está jugando en la plomería del sistema: la combinación de QT, TGA, cierre de gobierno y estrés en el mercado repo que hemos vivido ha obligado a desapalancar a los jugadores más grandes y ha arrastrado consigo a acciones y cripto.
La buena noticia es que las mismas tuberías que causaron el problema pueden ser el origen de la solución. Si en las próximas semanas vemos que el Tesoro empieza a gastar de verdad su montaña de efectivo —del orden de 100.000 millones de dólares en pocas semanas—, que las reservas bancarias dejan de caer y que el mercado repo se pasa de rojo intenso a amarillo y luego a verde, tendremos algo mucho más poderoso que un titular sobre un recorte de tipos: una marea de liquidez que puede sostener varios tramos alcistas en activos de riesgo.
En ese entorno, la diferencia entre ir a ciegas y llegar preparado es enorme. Un inversor que entiende estas dinámicas no solo puede evitar vender en el peor momento por miedo al ruido, sino también construir, con paciencia, posiciones en compañías de calidad con balance limpio y crecimiento alto exactamente cuando el mercado está más distraído.
No se trata de adivinar el mínimo al tick. Se trata de saber leer cuándo el sistema financiero deja de ahogarse y empieza a llenar de nuevo los pulmones de liquidez. Y hoy, más que nunca, esa lectura pasa por vigilar la TGA, el repo y las reservas tanto como vigilas tus gráficos de precio.
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ℹ️ Descargo de responsabilidad (léelo con calma)
Este contenido es informativo y educativo. No es asesoría financiera ni una recomendación para comprar o vender valores. Invertir en mercados implica riesgos, incluido el de pérdida total del capital.
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